“Són moltes les famílies necessitades de microcrèdits per refer les seves vides”

Ángel Olaran posa en relleu que “són moltes les famílies necessitades de microcrèdits per a refer les seves vides”. El missioner, en aquesta publicació, lamenta que “moltes de les dones que mantenien les seves famílies amb l’ajuda de microcrèdits, tornen a estar a nivells zero en economia domèstica, amb l’agreujant dels deutes contrets, ja esmentats, amb la renda i menjar a crèdit durant aquests 18 mesos”.

El pare Olaran comparteix les imatges de la família de Tzahayé -en les fotos amb la seva dona i 3 filles- necessitada de microcrèdits per a refer les seves vides; i imatges de Welela amb 8 fills i el marit malalt que prepara entrepans que els fills els venen pels carrers.

El missioner basc també actualitza la informació sobre les comunicacions i els serveis aeris, assegura que els joves no tenen dret a sortir del Tigray, continua sense tenir notícies de l’apertura de bancs, ni del transport públic per carretera -només entren camions amb ajuda humanitària-, ni del retorn dels eritreus a Eritrea i dels amhares a les fronteres anteriors a l’inici del conflicte. Confirma que encara no s’han iniciat els treballs de reparacions dels danys de la guerra.

Escrit per Ángel Olaran

Un saludo desde Tigray.

¿Situación en Tigray? Aunque a pocos, siguen mejorando las líneas telefónicas y el internet.  Han comenzado los servicios aéreos de las líneas etíopes, entre Addis Abeba-Makelle, pero los jóvenes no tienen derecho a salir de la región. El servicio de electricidad es bueno.

A fecha de hoy, 12 de enero, no tenemos noticias de que la organización internacional independiente esté consiguiendo la apertura de bancos ni del transporte público por carretera – solo entran camiones con ayuda humanitaria.

En un programa de ayer de la BBC News “Focus on Africa”, presentaron imágenes de tanques y demás armamento pesado que los tigriños están entregando al ejército federal – debió de tener lugar en Agulae, la ciudad antes de llegar a Wukro.

Por ahora no se tienen noticias de que los eritreos hayan regresado a Eritrea, ni los amharas a las fronteras anteriores al comienzo del conflicto el 2-11-20 – estas operaciones están ya bajo el mando del ejército federal. Poco se ha oído del estado actual de las relaciones políticas, militares y otras entabladas entre Eritrea y Etiopía antes de que comenzaran sus hostilidades conjuntas contra Tigray.

No han comenzado los trabajos de reparaciones de empresas, escuelas, hospitales, casas. . . afectadas por bombas. La medicina sigue escaseando y la poca que se puede conseguir está a precios abusivos, procedentes del mercado negro. Ni con la prescripción médica puede una persona retirar dinero de su cuenta bancaria.

Lo que comienza a preocupar, al menos, a hacer que nos preguntemos sobre el papel de la comisión internacional independiente que, según lo presentó la televisión nacional y la regional, entró ya en Makelle hace unos pocos días, entre besos, abrazos, discursos, felicitaciones. Son ellos quienes tienen que organizar, monitorear, evaluar todo lo relacionado con la puesta en marcha de los principios acordados en la reunión celebrada el 2 de noviembre pasado en África del Sur.

Como comentaba más arriba, los tigriños continúan con el desarmamiento. Tenemos noticias de que jóvenes de nuestro entorno siguen dejando los diferentes frentes bélicos, volviendo a sus casas, así como la entrada de otros en campamentos, de donde nos han llegado solicitudes de instrumentos de música cultural, y material de deporte.

La entrada de ayuda humanitaria sigue a mínimos. Hace poco comentaba que, en los últimos 18 meses, son pocas las familias que la hayan recibido en 3 ocasiones; la mayoría la han recibido entre 2 y 1 ocasiones. Y algunas, nosotros incluidos, ni una sola vez. Detalle del nivel al que se mueve la tan cacareada ayuda humanitaria: cantidad ofrecida a cada miembro de la familia a partir de su nacimiento: 15 kg de trigo, el contenido de una botella de Fanta con aceite y entre 2 y 4 kg de un cereal para el puré que acompaña la injera. En ocasiones ni el aceite ni los cereales estaban incluidos. Y a pesar de ello, como alguna vez lo he mencionado, emocionaba la alegría de profesores, padres y madres del colegio politécnico, llegando a sus casas con los kilos de trigo.

No tengo conciencia de que, en el encuentro de África del Sur, se detallara en qué iba a consistir la tan vitoreada ayuda humanitaria. Me pregunto, cómo vivirán este hecho los miles de mujeres, muchas de ellas madres y abuelas con puestos organizativos al interior de la ONU, la UE, la UA y otras instituciones que, aceptan este tipo de regulaciones: ¡ni una pastilla de jabón! Y con esa ayuda, tienen que cubrir todas las demás necesidades de la familia: salud, electricidad, agua, cuadernos escolares, vestimenta, renta de la casa. . . ¿No se darán cuenta esas mujeres que, entre el concepto ´ayuda humanitaria´ y la que llega a las familias hay una contradicción en términos?  A ese tipo de ayuda correspondería más bien los calificativos de: ridiculizada, inhumana, ayuda burla. . . Da la impresión de que el leer ´humanitaria´ las tranquiliza, las enorgullece del trabajo hecho, dado que, según ellas, es lo que exige la Organización Mundial de la Salud: 15 kg comida persona-mes. En nuestro caso, con esos 15 kg la persona además de comer tiene que pagar todos los demás gastos diarios. Y como se ha mencionado más arriba, esa ayuda ha llegado a unos cada 6 meses y entre 9 y 18 meses a la mayoría de la población.

Y surgen ya las preguntas que van a resultar ser crueles realidades: los gastos de arreglos de los miles de casas dañadas por bombas; pago de comida a crédito: pago de las rentas de los últimos casi dos años. . . Calculan que la apertura de las aulas aún exigirá 5 meses más, lo que va a suponer 4 cursos sin clases a los alumnos a partir de 7º de básica.

Ayuda de microcrétidos

Muchas de las mujeres que mantenían sus familias con la ayuda de microcréditos, vuelven a estar a niveles cero en economía doméstica, con la agravante de las deudas contraídas, ya mencionadas, con la renta y comida a crédito durante estos 18 meses.

Son muchas las familias, como la de Tzahayé – en las fotos con su mujer y 3 hijas –, necesitadas de microcréditos para rehacer sus vidas.

Y la de Welela con 8 hijos y el marido enfermo; en las fotos se la ve preparando bocadillos que los hijos los venden por las calles.

A lo que sumamos, las muchas mujeres embarazadas mal alimentadas; el aumento de niños en la calle, muchos de ellos huérfanos; la falta de retrovirales está haciendo que el virus recupere su fuerza y que la tuberculosis de nuevo afecte a muchas personas, muchas de ellas con una dieta diaria a mínimos en proteínas, calorías. . . Y en la parte rural: la falta de abonos y en parte el exceso de lluvias ha hecho que las cosechas de muchas familias no lleguen a cubrir las necesidades familiares más de dos meses. La mayoría de ella no tienen acceso al riego y la próxima cosecha será en noviembre de este año.

Lo preocupante al interior de la aldea global, es que, lo que en una parte de la aldea no es suficiente para alimentar al gato o al perro, en la otra parte, llena de alegría a madres y padres pensando que sus hijos, al menos por unos días, van a poder comer – Esto a su vez crea un grave problema al interior de la injusticia de género: problema, al menos en parte, creado, apoyado, por miembros del mismo género de las que lo padecen.

Volviendo a nuestra situación en Tigray; seguimos oyendo decir: “mañana abrirán los bancos”.  Al menos nos queda la esperanza de que ese “mañana” se va acercando.

Hoy, 13 de enero, “Focus on Africa” ha notificado que las tropas especiales amharas han comenzado a salir de Tigray – sin comentario alguno sobre la presencia de las tropas de los Fano, también amharas. Según el reportero, el gobierno tigriño no ha comunicado esa salida. El mismo reportero anunciaba que no se tiene noticia de la presencia en Tigray de la comisión internacional independiente – para todos los gustos.

No perder la esperanza de poder ayudarnos. Nosotros no perdemos la de que vais a seguir ayudándonos.

Abrazos,

Ángel

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