Ángel Olaran: “Podríem dir que han fet fora a Tigray d’Etiòpia”

En el seu darrer escrit, manifesta Ángel Olaran: “Podríem dir que han fet fora a Tigray d’Etiòpia”. El missioner basc diu que “es comença a dir, a pensar, que som un país, però no com que ens hem independitzat, sinó més aviat, com ‘és el que ens ha tocat'”. També reflexiona sobre l’absentisme escolar de nens de 12 a 15 anys per culpa de la fam, i que van arribant camions d’ajuda humanitària a la zona.

Ángel Olaran - Wukro - Tigray

Escrit d’Ángel Olaran

¿Dónde nos encontramos?

Hace unas dos o tres semanas que, ante el último desplante del Secretario General de la ONU a la carta del Presidente del Tigray solicitando su apoyo ante tanto crimen que se sigue cometiendo contra Tigray, ya pareció que la solución estaba dejada en manos de los propios tigriños. Por otra parte, sin poder alguno ante institución alguna dado que a fecha de hoy siguen siendo la Junta – una banda de criminales y terroristas – con la única alternativa de entregarse o preparase para el frente. La primera nunca ha sido mencionada ni como posibilidad, quedando la segunda y hacia ahí van los tiros – nunca mejor dicho – A este respecto ni siquiera hay rumores. Pero como dicen los ucranianos, también aquí se mantiene el: Tigray vencerá – al menos que no nos quiten en tener algo semejante a ellos –, aunque nos nieguen un euro.

Desde mi llegada a Tigray en noviembre del 1992, siempre me he considerado estar en Etiopía. Los de Wukro refiriéndose a ellos decían de: aquí en Etiopía. La bandera nacional era la única que se presentaba en instituciones públicas, culturales, eclesiales, escolares y otras. En los funerales de personas algo relevantes social o religiosamente, la procesión al cementerio era precedida por unas cuantas banderas nacionales. En la iglesia ortodoxa, además del ge´ez, el idioma litúrgico, se empleaba el nacional, el amárico, incluso en la predicación. Al idioma nunca se le ha connotado carga política alguna. He acudido a actos políticos en los que, si procedía cantar el himno nacional, en amárico, lo hacían con verdadera devoción. La bandera regional solo la vi, en el ángulo derecho superior, de los certificados regionales de algún tipo de reconocimiento – como un sello en una carta –.

Podríamos decir que han echado a Tigray de Etiopía. Ya no se ve bandera nacional alguna – ni se ha necesitado quemarla, destrozarla en actos públicos –. El “Tigray vencerá” que se ve por doquier, incluso en los saludos, no está relacionado con la independencia. Se comienza a decir, a pensar, que somos un país, pero no como que nos hemos independizado, sino más bien, algo así como “es lo que nos ha tocado” y, ya sí, vamos a por todas – sale el orgullo tigriño, pero sin necesidad de insultar al “enemigo”.

Los 3 meses que pasé en Addis antes de entrar en Tigray me sirvieron para palpar el sentir popular de rechazo, diría que, de odio, hacia los tigriños. La ventaja de los tigriños respecto a otras etnias es que son una piña.

Educación

Una maestra de Wukro me comentaba que, desde hace unos meses, cada día de 12 a 15 niños no asisten a clase debido al hambre.

El Departamento de Educación de Tigray, ha tenido que remodelar el calendario escolar, finalizando el curso hacia mediados de abril y para comenzar el nuevo año escolar a los pocos días. Lo que a su vez está suponiendo que muchos niños no puedan conseguir cuadernos ni bolígrafos y dejen por ello de asistir a clase. Añadiendo a la pandemia el comienzo de la “Operación para instalar la Ley y el Orden”, los jóvenes llevan ya 3 cursos sin clases.

Esta es la tónica general en todo el Tigray.

Mini Mr. Parshall Plan

El comentario en mi carta anterior ha sido escuchado: A Wukro nos ha llegado AYUDA HUMANITARIA. No es cuestión de estropear este gesto salvador insistiendo que, desde el comienzo de la operación, hace ya año y medio, solo nos han llegado estos DOS CAMIONES. Hay que ser positivos e insistir en que ha llegado la ayuda. Los encargados de distribuirla se las están viendo para elegir, entre los 46.000 para los que se pidió y han enviado para 13.000. Los maestros –arriba mencionados –, al igual que todos los funcionarios, llevan trabajando desde julio sin cobrar sueldo alguno, y todos los 73.000 habitantes de Wukro, estamos en las mismas. Según el programa de la ONU, en un año a raíz de 100 camiones diarios tendrían que haber llegado a Tigray 36.500 camiones. Hasta hace una semana no habían llegado más de 380. Ahora se ha disparado – nada que ver con la guerra – el movimiento: se oye decir que han entrado 500 en un día, que otros 500 están llegando. . . Hemos sufrido tanto contrato, promesa, programa ignorado. . . ¿Será otro más?

Os tendremos informados. Difícil no compartir nuestra alegría: BIENVENIDO SR. MARSHALL.

Un fuerte abrazo.

Ángel

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