Henry Acosta es la figura clave en los Acuerdos de Colombia

Desde el anonimato, Henry Acosta es la figura clave en los Acuerdos de Colombia al sentar al gobierno colombiano con las FARC. Se ha convertido en una persona relevante en su país por buscar la paz. Sus méritos le han llevado a ser distinguido con el galardón del premio internacional de los IV Reconeixements Ànima en el marco de la XII Velada Solidaria Ángel Olaran del viernes 15 de noviembre, día de su aniversario.

¿Quién es Henry Acosta Patiño?

Henry Acosta nació el 15 de noviembre de 1948, en Génova, Quindío, pero creció en Cali, Valle, la misma tierra de Manuel Marulanda Vélez, ‘Tirofijo’, el histórico líder de las Farc. Los separan 18 años. Este empresario nacido en 1948, una época incendiada por el asesinato de Jorge Eliecer Gaitán y el comienzo de ‘La Violencia’ en Colombia. Estudió en una escuela rural y se acostumbró a ver hombres armados de la incipiente guerrilla liberal. Conoció al legendario Teófilo Rojas Varón, ‘Chispas’, uno de los ‘bandoleros liberales’ más temidos en el Quindío y el Tolima. Esa niñez lo familiarizó con el conflicto armado.

Tal vez por vivir la violencia tan de cerca, y luego de estudiar economía y de participar en algunas actividades políticas, Acosta dedicó un poco más de 15 años apostándole a la búsqueda de la paz en el país. Aunque no fue una tarea sencilla. Comenzó ese trabajo en plena época de la Seguridad Democrática del expresidente Álvaro Uribe y cuando nadie quería hablar de paz tras el fallido proceso con las Farc en el Caguán.

Henry Acosta es la figura clave en los Acuerdos de Colombia

Economista

Sus fuertes son la economía solidaria y el cooperativismo. De hecho, la única empresa que aparece registrada a su nombre, llamada Consultorías Sociales y Económicas (Consoeco) Limitada, tiene por objeto prestar toda clase de asesorías y consultorías para promover proyectos económicos y sociales en los ámbitos rural y urbano.

Aunque dicha empresa nació en 1997 con el nombre de Factoring del Pacífico y luego se llamaría Consultores de Inversiones Ltda; sólo en el 2006 adquirió la razón social que tiene en la actualidad. La compañía fue constituida con un capital de 20 millones de pesos y los únicos accionistas son el señor Acosta Patiño y su esposa, Julieta López Valencia.

Personas cercanas a la pareja aseguran que la relación con ‘Pablo Catatumbo’ realmente comenzó con una hermana de este, y que la amistad se pudo gestar en las aulas de la Universidad Santiago de Cali (Usaca).

No obstante, Carlos Lozano, director del semanario Voz, dijo en una entrevista en Blu Radio que ese vínculo entre Acosta y ‘Catatumbo’ es del colegio o la universidad, lo cierto es que “compartieron salón de clases”, aseguró. También reveló que el exvicepresidente Angelino Garzón, cuando era gobernador del Valle, fue quien contactó a Acosta con Uribe. Y ese mismo empresario fue el que «hizo las gestiones de acercamiento entre Santos y las FARC”, afirmó Lozano.

Círculo empresarial y poderes políticos

Esa amistad con ‘Catatumbo’ no fue impedimento para que Acosta se moviera como pez en el agua en el selecto círculo empresarial de Cali y el Valle, algo irónico, ya que ese sector ha sido uno de los más golpeados por las acciones de la guerrilla en esa región del país. Basta recordar los secuestros de la iglesia La María y el del Kilómetro 18 en Cali.

Acosta no sólo estuvo al frente de la fundación de la EPS Coomeva, sino que además ocupó cargos públicos.

Primero fue secretario de Desarrollo Comunitario de la administración del entonces gobernador del Valle y exvicepresidente, Angelino Garzón, durante seis meses para el periodo 2004–2007.

Luego pasó a ocupar el cargo ad honorem como asesor de Paz y Convivencia Social de Garzón. Lo curioso es que en ese cargo al parecer no realizó ninguna gestión de importancia que permitiera acercamientos o diálogos con miembros de las FARC en el departamento o alguna gestión humanitaria, según explicó Fabio Cardozo, titular de la oficina Gestora de Paz del Valle para esa fecha.

La persistencia es una de sus virtudes

Caminó montañas, atravesó trochas y se internó en selvas. Todo con el propósito de abrir una puerta al diálogo entre el gobierno y las Farc. Se reunió con comandantes de la guerrilla como Pablo Catatumbo y Alfonso Cano. También con su amigo Álvaro Uribe en el Palacio de Nariño, pero nunca se logró algo más allá. Amparado en esa perseverancia que sus más cercanos le reconocen, un día de julio de 2010 resolvió acercarse a Juan Manuel Santos —en ese momento presidente electo porque le faltaba un mes para posesionarse— y le propuso un qué, un cómo, un cuándo y un dónde sentarse a dialogar y negociar el fin del conflicto con ese grupo armado.

Fue un 12 de julio de 2010, con el más completo sigilo, que comenzó el proceso de paz con las Farc. Dos meses después, el 7 de septiembre, Santos envió con el empresario un mensaje de urgencia a las Farc. Luego vino la respuesta histórica, el 15 de octubre, en la que esta guerrilla dijo que sí aceptaba dialogar.

Siempre acompañado de Julieta, su amor eterno, emprendieron lo que él llama la ‘brega’ para lograr la reconciliación en este país. “Con ella íbamos a las montañas lejanas, en carro de doble tracción a ratos y en otros por trochas a lomo de mula. Ella siempre caminando al ritmo de la marcha de la guerrillerada y yo en una de esas bestias. Dormíamos en casas de campesinos o también en cambuches y caletas en los campamentos de las Farc. Fueron momentos de mucho riesgo, pero la patria necesitaba de ello y el tiempo nos dio la razón”.

Coordinador del ‘comité de empalme’

Durante tres meses del 2012 que duró el mandato del gobernador del Valle destituido Héctor Fabio Useche, fue coordinador del comité de empalme de esa corta administración. “Allí estuvo como garantía de transparencia del sector empresarial del Valle”, dijo a Semana.com el destituido mandatario, pero se abstuvo de revelar quién le recomendó ese nombre.

Pero esa no fue la única vez que Acosta pisó el sector oficial. Durante la Alcaldía de Cali del excandidato vicepresidencial Carlos Holmes Trujillo, Henry Acosta ocupó un cargo público, pero todos los consultados coinciden en asegurar que debió abandonarlo por un lío jurídico.

También hizo parte de la Central de Cooperativas Agrarias (Cencoa), en el Valle del Cauca “y aunque nunca tuve relación directa con él, sé que es un señor amable, de buenas maneras y adornado para hablar. Un hijo suyo fue dirigente en la comuna 17 de Cali”, recordó el senador y exalcalde de esa ciudad, Jorge Iván Ospina.

Más allá de esos datos, las únicas señales públicas de existencia del señor Acosta son sus cuentas en Facebook y Twitter; en esta última al parecer se presenta con el nombre de “Brendon”.

Reconocimiento a Acosta en Génova (Colombia), su tierra natal (noviembre de 2018)

Henry Acosta fue objeto de especial reconocimiento en noviembre de 2018 en su tierra natal, donde paradójicamente también nació el comandante de las FARC, Manuel Marulanda Vélez.

En el Acto, Acosta manifestó que “el acuerdo final de paz parece estar en dificultades por el relacionamiento de los integrantes de la guerrilla en las montañas, por el enfrentamiento de algunos comandantes con los dirigentes del partido Farc, por la cuestionada escasa lucha en favor de la reincorporación, por las dificultades en el Congreso, a más de la situación de la JEP, todo lo cual ha posicionado los acuerdos en una verdadera penumbra”.

Lo anterior es una primera aseveración del facilitador del proceso, el profesional Henry Acosta Patiño, quien en compañía de su esposa Julieta López, visitó a Génova, su patria chica, donde tuvo la oportunidad de exponer variadas apreciaciones sobre el tema de la paz, a la vez que departir con sus coterráneos en la coincidente celebración de sus 70 años.

Consideraciones de Henry Acosta

El profesional Facilitador afirmó que “la escasa implementación teniendo como basamento la dejación de armas por parte del grupo insurgente más numeroso y antiguo del mundo, se ha convertido en uno de los obstáculos para la consolidación real del propósitos de paz”, indicándose a la vez por parte de Acosta Patiño, que las marcadas diferencias entre sectores de la guerrilla donde ya hay pruebas documentales como las cartas de Iván Márquez, Romaña, el Paisa y Joaquín Gómez, entre otros, es una muestra de las dificultades, situaciones que tienen extensión en el tiempo por las diferencias conceptuales entre el país socialista, una de las propuestas, la de un país capitalista con economía de bienestar, tipo escandinavo, defendida por otros, manteniéndose las diferencias que afloraron en la octava conferencia de las FARC, hace 35 años.

“Aunque las guerrillas entregaron armas”, según Henry Acosta Patiño, el proceso fue en contravía, según algunos mandos, de lo planteado por Manuel Marulanda Vélez, quien aseveraba que la dejación se debería hacer conforme a lo negociado.

Agregó Acosta Patiño, que si bien los diálogos iniciales tuvieron la autorización del comandante Marulanda, bajo el gobierno de Álvaro Uribe Vélez, su manifestación clara es la de que el presidente Uribe siempre insistió como condición la entrega de las armas.

Reconoce el doctor Henry “que a lo largo de las conversaciones no faltaron roces entre los dialogantes”, citando el caso de Álvaro Leyva, de quien reconoce su esfuerzo, pero a la vez su afán de protagonismo.

Sobre el futuro de Colombia

A todas luces, dice Acosta, el futuro de la paz es incierto por las marcadas diferencias entre algunos comandantes y sus huestes con los componentes del secretariado y a la vez entre la cúpula asentada en el Congreso.

Calificó como uno de los grandes errores la permanencia para el partido del nombre de Farc, a la vez que el caso Santrich el que consideró critico por los cuestionamientos del gobierno norteamericano, así como las relaciones con la JEP, se convierten en agravantes para la marcha del proceso, a lo que se suma la falta de implementaciones reales desde el gobierno de Santos.

Es imposible en el diálogo de Acosta Patiño con LA CRÓNICA, el tema de Pedro Antonio Marín o Manuel Marulanda Vélez, las coincidencias, el nacimiento en veredas del mismo municipio y los avatares de la violencia, comentando que no tuvo oportunidad de conocer y dialogar con Marulanda, aunque sí conoció de la autorización del comandante a sus mandos medios para avanzar en las conversaciones.

Finalmente, Acosta Patiño no ocultó su alegría por el retorno a su tierra natal, por el reconocimiento hecho por las autoridades y la comunidad, circunstancia que se sumó a su cumpleaños, resaltando la paradoja de dos hombres nacidos en Génova, Pedro Antonio Marín, quien trazara el camino de la guerra, y él, Henry Acosta Patiño, forjador del camino de la paz.

Henry Acosta, el hombre que sentó al gobierno y a las FARC

Del artículo de Semana Cultural: ‘Henry Acosta, el hombre que sentó al gobierno y a las Farc en la misma mesa’, hemos extraído:

El hombre clave, como tituló el libro en el que cuenta pormenores de la negociación, dos años después de la firma del proceso de paz, fue muy crítico con la sociedad colombiana, de quien cree que no hizo la suficiente para acoger a los hombres que alguna vez se alzaron contra el Estado.

“No nos hemos desmovilizado mentalmente en favor de la paz y eso para unos excombatientes tan poco aceptados por la falta de comprensión de los civiles, les hace muy difícil el regreso”.

«Antes yo recorría las montañas y me encontraba con paramilitares o con gente de las Farc, pero había un mando único y yo sabía cómo salir de eso. Ahora ya me notificaron que ni se me ocurriera ir a zona rural porque ya nadie respeta nada y uno no sabe ni con quién está hablando».

¿Va a seguir apostándole a la paz?

“Estoy en eso. Ya conté le lo del Instituto Kroc, y si no fuera allí, no importa, seguiría batallando. La vida ya me puso en eso y de esa obligación humana y moral que la vida me puso ya no me desmonto”.

Nuevo golpe al ya dañado proceso de paz, dicen expertos

La noche del 29 de agosto de 2019 comenzó a circular en internet un video de una veintena de guerrilleros que están frente a una cámara de vídeo para entregar un importante mensaje revolucionario al mundo. Se hallan dos de los más importantes excomandantes de las FARC, otro de la guerrilla más grande y antigua de América Latina: Iván Márquez, ex número dos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia y que se encontraba con paradero desconocido hace un año, y Jesús Santrich, quien había desaparecido en julio.

Frustración de los antiguos guerrilleros

«Anunciamos al mundo que ha comenzado la segunda Marquetalia», dijo Iván Márquez, en referencia al enclave rural donde surgió la organización rebelde, allá por 1964. Tanto Márquez como Santrich estuvieron entre los negociadores del Acuerdo de Paz alcanzado con el gobierno colombiano en 2016. Entonces, miles de combatientes entregaron las armas y se convirtieron en miembros de un partido político. Pero la frustración por el desarrollo del proceso de paz es grande entre algunos de los antiguos guerrilleros. En el video, Márquez se queja del presunto incumplimiento por parte del Estado de las obligaciones contraídas en el Acuerdo de Paz. La incertidumbre legal los habría forzado a «regresar a los montes». Esta información corresponde a la publicación de DW.

Declaraciones de Stefan Peters

En la misma publicación, se recoge la afirmación del director del Instituto Germano-Colombiano CAPAZ, Stefan Peters: “El proceso de paz no está muerto”, y señaló que no se sabe aún cuántos combatientes se van a sumar al llamado del excomandante Márquez. Ahora adquiere especial relevancia apoyar a los exguerrilleros que desean reintegrarse a la sociedad y también fortalecer y desarrollar mejor el proceso de paz. «Esta noticia seguramente reforzará el mensaje de aquellos en Colombia que han sido críticos con el proceso de paz», piensa Peters. En su opinión, esto también llevará agua al molino de quienes defienden posiciones más duras de cara a las elecciones comunales y regionales de octubre.