Nostalgia por los veranos de voluntariado en Wukro
Cómo se han echado a faltar las personas voluntarias y las visitas a la Misión Sant Mary’s de Wukro, Etiopía. Sin duda, hay nostalgia por los veranos de voluntariado en Wukro, puesto que son numerosas las personas que viajan al norte de Tigray para conocer y ayudar con la labor del Padre Ángel Olaran. Pero este año, la seguridad y la salud están por encima de todo para hacer frente al Covid-19. Esperamos a que cuando todo mejore se puedan reanudar.
Imagen de 2018 de voluntarios y voluntarios de Wukro, Etiopía
Seguro que son muchos los recuerdos y las experiencias de las personas voluntarias que habéis estado en Wukro colaborando con el misionero vasco y que han quedado para siempre en vuestra memoria. Muchas de ellas viajaron por su cuenta o con otras organizaciones; o lo hicieron tras contactar con nuestra Fundación y, prácticamente todas estas últimas, colaboraron llevando maletas que habíamos preparado con material, medicamentos, ropa, etc. para entregar a su llegada a la Misión St. Mary.
En la vuelta de Wukro, nos dan el ‘feedback’ y cuentan como fue su viaje de voluntariado y la experiencia vivida. Aprovechamos esta entrada del blog para publicar lo que escribió tras volver de Etiopía Laura Mercadé, una de las personas voluntarias que estuvo en agosto de 2019.
Escrito de la Laura
“Vuelo de vuelta y no paro de preguntarme cómo es posible que ya esté, que el tiempo haya pasado tan rápido. Y me inunda un sentimiento de culpabilidad y de tristeza, de volver a una sociedad materialista, con todas las comodidades del mundo, mientras me alejo de esta otra realidad.
Gracias Abbas, voluntarios y gente de Wukro por acogerme y hacerme sentir como en casa (aun a veces sin agua o sin luz), convirtiéndoos en familia. Por todo el cariño recibido, impagable. Por todos los aprendizajes de vida y por enseñarme que, aún teniendo la suerte de haber nacido donde hemos nacido, nos queda un largo camino para conseguir lo que sois vosotros: niños y familias generosos con lo poco que tenéis, cariñosos y dispuestos a darlo todo aún habiendo pasado por situaciones que me duele pensar que puedan ser reales.
Con historias y vivencias que aún me pregunto si yo sería capaz de superar de la manera en que lo hacéis vosotros, a diario.
Promesa y deseo
Volveré, Wukro, porque lo prometido es deuda. Deseo que tengáis las oportunidades que os merecéis y, ojalá, José Luis tenga razón, y en unos años, Etiopía llegue a estar más desarrollada que los países occidentales. Cuánto nos queda que aprender…
¡Os voy a echar mucho de menos: Letish, Rosa, Hiran, Gerre, Gebrehiwet, Filemons, Hyap, Biniam, Desta, Sham, Arsema, Bron, Abbity, Efren, Juliana, Abel, Sami, Helen, Iop, Merhwit, Kurom, Tarik, Miron, Alemat, Fetehawit, Regat, Sofia y todos esos cuyos nombres he sido incapaz de procesar!
Os deseo lo mejor, y ojalá pueda verlo con mis ojos en unos años. Y finalmente, gracias Angel, Abba Melaku, por todo lo que has construido, por ofrecerles una oportunidad a todos estos niños/familias y por seguir luchando día a día por la igualdad y los derechos de las personas. Te debemos mucho todos”.
