Los Cascos Blancos ganadores del Reconeixement Ànima Abba Melaku
Los ganadores del premio internacional ‘Reconeixement Ànima Abba Melaku’ en su primera edición son los Cascos Blancos de Siria. Los Cascos Blancos ganadores del Reconeixement Ànima Abba Melaku, un galardón que se otorga a Syria Civil Defense (SCD y Difaa al Medani Suri en árabe), también conocida como White Helmets (Cascos Blancos en inglés, por el color del casco que llevan). Una organización de 3.000 voluntarios de protección civil en Siria. Han salvado más de 60.000 personas arriesgando su propia vida. El director en Alepo es Raed Al Saleh. Será quien recibirá la distinción en el marco de la 9ª Velada Solidaria Ángel Olaran. Irá acompañado por Zaki Al-Rifai, presidente de la Associació Sírio-Catalana per la Llibertat i la Democràcia.
El veredicto del jurado de este galardón lo dieron a conocer Marc Solsona, alcalde de Mollerussa, y Josep Maria Pujol, presidente del CIS Ángel Olaran, a los medios de comunicación. Podéis leer esta información en este enlace.
El Reconeixement Ànima Abba Melaku para premiar una figura mundial es el galardón internacional de los Reconeixements Ànima Ciutat de Mollerussa. Los Cascos Blancos han sido los distinguidos por un jurado formado por estas personalidades: Roberto Fernández Díaz, Rector de la Universitat de Lleida; Joan Josep Guinovart i Cirera, fundador director del Institut de Recerca Biomèdica de Barcelona; Manel Vila i Motlló, Director General de Cooperació al Desenvolupament del Govern de la Generalitat de Catalunya; Marc Solsona Aixalà, Alcalde de Mollerussa; y Josep Maria Pujol i Gorné, Presidente del Centre d’Iniciatives Solidàries Ángel Olaran.
Los premios se instauran para preservar la memoria de Àngel Pujol y su solidaridad, destacando la labor de construcción de esperanzas de vida al lado del Padre Ángel Olaran. Se entregarán durante la 9ª Velada Solidaria Ángel Olaran.
¿Quiénes son los Cascos Blancos de Siria?
Son médicos, abogados, sastres, ingenieros, etc. Son más de 3.000 voluntarios distribuidos por 119 centros en Síria que mantienen en las zonas fuera del control del régimen (en las provincias de Alepo, Idlib, Hama, Latakia, Homs, Damasco, Periferia de Damasco y Deraa). Es un grupo que nació en 2013 en plena guerra que hasta el día de hoy ha dejado más de 300.000 muertos y ha provocado el exilio de millones de ciudadanos sirios.
Son voluntarios de protección civil de Siria. Todos se han ofrecido voluntarios para el rescate y no tienen una preparación especial. Más de 60.000 personas han sido rescatadas por los voluntarios que trabajan con las unidades de defensa civil y que reciben un sueldo que no llega a los 150 € al mes para ponerse sus cascos blancos y cavar para sacar a la gente de debajo de los escombros ocasionados por los bombardeos. Los Cascos Blancos se convierten en un ejemplo de dignidad y solidaridad en medio de la catástrofe.
Cada día hay carreras, momentos de tensión entre los numerosos ataques sin tregua. El horror y el llanto entre los miles de escombros forman parte lamentablemente de la rutina diaria de estos héroes que arriesgan su vida por los demás. Se la juegan cada día para rescatar a las víctimas de los bombardeos masivos. Desde su formación en Siria, 141 Cascos Blancos han perdido la vida. Los Cascos Blancos fueron candidatos al Premio Nobel de la Paz por su labor en Síria.
Grandes medios internacionales como la revista Times ha dedicado su portada a mostrar la valentía de este grupo de civiles voluntarios.
¿Quién es Raed Al Saleh?
Raed Al Saleh es el director en Alep de los White Helmets. Saleh, de 33 años, era un ex empresario que vendía equipos eléctricos antes de la guerra civil que estalló en 2011. Tiene dos hijos, comenzó a organizar manifestaciones pacíficas en su ciudad natal de Jisr Ashughour, Siria, después de que estallaran las protestas contra el régimen del presidente sirio, Bashar al-Assad en 2011. Se vio obligado a huir a Turquía después de que el ejército de Assad entrara en su ciudad. Posteriormente, en 2012, regresó a la provincia de Idlib de Siria, donde desde julio de 2013 ha organizado 20 equipos separados de voluntarios de protección civil.
Saleh afirma que «Somos la defensa civil de Siria, los ‘Cascos Blancos’. Confirmamos nuestro compromiso para llevar a cabo nuestro deber y proporcionar servicios sin discriminación. Y con respeto a los derechos humanos aprobados por las organizaciones humanitarias en las Naciones Unidas. Hemos salvado más de 60.000 vidas. Estamos en el lado de la vida.»
Acosados en la antigua ciudad de Alepo, Siria
Alepo es una de las ciudades más antiguas del mundo y durante muchos años ha sido el corazón de la economía de Siria. Ahora está devastada por la guerra. Durante estos últimos 5 años ha sido bombardeada por el régimen sirio y más recientemente objetivo de las fuerzas rusas. Entre los años 2013 y 2015 en la ciudad de Alepo el régimen sirio ha lanzado 6.500 bombas y disparado 6.400 misiles. Además de 4.200 misiles lanzados por la aviación rusa.
Desde 2011, cientos de miles de personas han abandonado Alepo. Vecindarios enteros han sido destruidos. Más de 30.000 personas han muerto a causa de los bombardeos.
En Alepo, 300.000 personas están expuestas a un bombardeo incesante de ataques aéreos. El gobierno sirio y Rusia parecen tener intención de masacrar Alepo, último bastión de la oposición, antes de que un nuevo presidente estadounidense asuma el cargo.
En Alepo, la cosa más importante es poder recordar que toda la vida es preciosa mientras los Cascos Blancos luchan por encontrar sobrevivientes entre los escombros mientras las bombas siguen cayendo. Estos hombres ordinarios son héroes extraordinarios.
Las fuerzas de defensa civiles, también conocidas por los Cascos Blancos Sirios son uno de los pocos equipos de emergencia que continúan activos en Alepo. Muchas veces ejercen su trabajo corriendo serios peligros. A menudo los bombardeos se suceden por minutos con la intención de causar más víctimas. Capaces de desplazarse rápidamente por las zonas afectadas por las bombas. Ayudan a personas necesitadas, salvando las vidas de aquellos que han quedado atrapados bajo los cascotes. Atrapados entre un régimen sangriento que masacra a su propia gente y el extremismo del llamado Estado Islámico, el pueblo de Alepo trata de sobrevivir a esta pesadilla.
¿Cómo actúan los Syria’s White Helmets?
Cuando una bomba se viene abajo en un edificio, dejando devastación a su paso, se lanzan hacia el sitio en lugar de ir hacia los refugios. Con sus propias manos, realizan la búsqueda de personas en los escombros, sacan sobrevivientes en estado de shock y atormentados por el miedo. Son civiles que hace mucho tiempo dejaron de ser un daño colateral, y ahora son objetivo en esta guerra. Los salvadores son los equipos de rescate Cascos Blancos de Siria, un grupo de 3.000 voluntarios locales. Ahora se dedica a salvar vidas cuando aviones de combate y helicópteros lanzan bombas de cañón, explosivos de racimo, bombas de fósforo y conchas de cloro en los barrios o los hospitales.
Pueden anticipar la magnitud de la destrucción basándose en el sonido del avión. Persiguen a diario los estruendos de las bombas en busca de posibles supervivientes que sacar entre los escombros.
Este es el contexto en el que operan los Cascos Blancos, una organización de Siria de búsqueda y rescate cuyos miembros ponen sus vidas con gran riesgo para salvar a los civiles. El peligro se agrava por el hecho de los que bombardean sistemáticamente realizan una doble pulsación, con aviones de combate dejando caer las municiones y luego vuelven a apuntar a los equipos de rescate. Lamentablemente, muchas veces acaban perdiendo la vida.
La destrucción de Siria en 5 años
En Siria es difícil encontrar algo que apunte al respeto de los principios humanitarios básicos o incluso la dignidad humana. El régimen de Assad ha desatado niveles incalculables de violencia sobre la población de Siria y está siendo ayudado activamente por la intervención militar de Rusia, así como por las fuerzas de tierra-iraní conectada con grupos yihadistas. Los civiles están atrapados en medio.
Según el Observatorio Sirio Para los Derechos Humanos, con sede en Londres, más de 6.000 civiles han perdido la vida en lo que va de año, ampliando el balance a más de 290.000 los muertos desde 2011. En los últimos meses, es en Alepo donde la DCS concentra sus esfuerzos. Los civiles se hallan atrapados en una virulenta batalla por el control de la que fuera la capital económica y, por ende, de las rutas de avituallamiento rebeldes y yihadistas con Turquía.
Los Cascos Blancos hacen lo que pueden, a nivel local. Nadie debería sorprenderse de que Bashar al-Assad ha comparado estos activistas humanitarios a los terroristas: eso es lo que él llama a cualquiera que se le oponga. En el siguiente enlace, se puede acceder a más información sobre Quiénes son los Cascos Blancos de Siria y por qué son tan polémicos.
Resistencia, espíritu y coraje de los Cascos Blancos de Siria
Lo que representan los Cascos Blancos de Siria es inmenso: la resistencia y el valor frente a la barbarie. Son un recordatorio constante de que la campaña de bombardeo masivo del régimen de Assad y de Rusia en Alepo es sobre civiles, no terroristas. Muestran que los actos individuales de coraje tienen un largo camino para luchar contra la indiferencia. También encarnan un espíritu de resistencia cívica, la defensa de algunos de los ideales de la paz en el levantamiento popular de 2011, y que ejemplifica el valor y la solidaridad ante el terror impulsado por el estado.
Las frecuentes instantáneas de jóvenes sirios coronados con el hoy famoso casco blanco y cargando con niños ensangrentados entre ruinas es un arma efectiva para contraatacar el discurso de EL Asad. A los pies de las bombas, los Cascos Blancos distinguidos con el Reconeixement Ànima Abba Melaku disfrutan de la plena confianza de los civiles. Se han convertido en héroes consagrados por aclamo popular. Son la única defensa de la que disponen los civiles contra el arma más devastadora de la guerra: las bombas.
El galardón del Reconeixement Ànima Abba Melaku no servirá para detener la carnicería en Siria, pero puede ayudar a levantar un poco el ánimo para los que sufren la guerra de una forma despiadada y para los que están dispuestos a perder su vida para salvar a los otros.
Su lema reza: «Salvar una vida es salvar toda la humanidad».
A fines de septiembre de 2016, los Cascos Blancos recibieron el premio sueco Right Livelihood, para algunos un ‘Nobel alternativo’, en reconocimiento a «su coraje excepcional, su compasión y su compromiso humanitario».