Ángel Olaran se pronuncia sobre el Informe de investigación de abusos de Derechos Humanos en Etiopía

La Comisión de Expertos en Derechos Humanos sobre Etiopía presentó a mediados de septiembre el último informe al Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, documentando las amplias atrocidades perpetradas por todas las partes en conflicto desde el 3 de noviembre de 2020. Ángel Olaran se pronuncia sobre el informe de investigación de abusos de Derechos Humanos en Etiopía, que advierte que siguen ocurriendo a pesar del acuerdo de paz firmado en Pretoria en noviembre del 2022.

El esperado informe de la Comisión Internacional de Expertos en Derechos Humanos sobre la situación en Etiopía, según el padre Olaran, ha tenido una serie de dificultados que incluyen la falta de acceso a la región del Tigray, limitaciones en las entrevistas y el espinoso tema de la soberanía nacional. El misionero espera el uso que hará la ONU de este informe, y por su escrito que encontrarás en esta publicación, le surge la pregunta: ¿quién se atreverá a desafiar la soberanía nacional para abordar los abusos de derechos humanos en Etiopía?

Denuncias del informe

Los miembros de la Comisión: Mohamed Chande Othman, presidente, Radhika Coomaraswamy y Steven Ratner, comisionados, compartieron el pasado 18 de septiembre en rueda de prensa las conclusiones del informe. Hicieron público el informe previa presentación oficialmente al Consejo de Derechos Humanos. Si lo deseas, puedes ver la conferencia de prensa: Press Conference- International Commission of Human Rights Expert on Ethiopia.

El informe documentó las violaciones. Estas incluyen asesinatos en masa, violaciones, confiscación de alimentos, destrucción de escuelas e instalaciones médicas, desplazamientos forzados y detenciones arbitrarias. En Etiopía, continúan ocurriendo graves violaciones a pesar del acuerdo de paz. Así lo denunciaron en el informe los expertos en derechos de las Naciones Unidas, advirtiendo que “las hostilidades en Etiopía ahora son a nivel nacional, con un aumento significativo en las violaciones, especialmente en la región de Amhara, pero también en Oromia y en otros lugares». También se agrega que “el riesgo para el Estado, la estabilidad regional y el disfrute de los derechos humanos en el este de África no debe subestimarse”.

«A pesar de que la firma del acuerdo ha silenciado en gran medida las armas, no ha resuelto el conflicto en el norte del país, especialmente en Tigray, ni ha llevado a una paz global. La situación en Etiopía sigue siendo extremadamente grave», dijo el presidente de la Comisión, Mohamed Chande Othman, en la presentación del informe.

El informe de 21 páginas confirmó que las tropas eritreas y los miembros de las milicias amharas continúan cometiendo graves violaciones en Tigray, incluyendo la violación sistemática y la violencia sexual contra mujeres y niñas, en violación de los compromisos asumidos por el gobierno federal en materia de derechos humanos e integridad territorial.

«No podemos subestimar la gravedad de las violaciones perpetradas en Etiopía por todas las partes durante el reciente conflicto. Es especialmente preocupante que algunos de estos crímenes sigan ocurriendo, en particular la violación y la violencia sexual contra mujeres y niñas por parte de las fuerzas eritreas en Tigray», dijo la comisionada Radhika Coomaraswamy. «La continua presencia de tropas eritreas en Etiopía es un claro indicio no solo de una arraigada política de impunidad, sino también del continuo apoyo y tolerancia de tales violaciones por parte del gobierno federal», agregó, denunciando que las atrocidades han devastado comunidades y han erosionado gravemente el tejido social.

«Se han asesinado familias enteras, se ha obligado a los parientes a presenciar crímenes horribles contra sus seres queridos, mientras que comunidades enteras han sido desplazadas o expulsadas de sus hogares; muchos tienen demasiado miedo para regresar, otros no pueden hacerlo. Es probable que el trauma, tanto individual como colectivo, perdure durante generaciones. La necesidad de un proceso creíble, inclusivo y significativo de verdad, justicia, reconciliación y curación nunca ha sido tan urgente», agregó Coomaraswamy.

La Comisión también denunció episodios de arrestos, detenciones y torturas de civiles por parte de las fuerzas gubernamentales en Oromia, y ya está recibiendo numerosos informes creíbles de violaciones contra civiles en la región de Amhara después de la proclamación del estado de emergencia en agosto pasado.

Imagen de Ángel Olaran en Wukro (2022)

Escrito por Ángel Olaran sobre el informe

El misionero vasco escribe desde Wukro, el 8 de octubre de 2023, sobre el informe de la Comisión Internacional de Expertos de Derechos Humanos en Etiopía:

La Comisión comenzó su trabajo en noviembre 2022, días después de la firma de la paz en Pretoria el día 2. Para entonces el ejército tigriño estaba ya, y aún hoy, fuera de los frentes.

Del informe me voy a referir solo a lo acontecido en Tigray.

El 14 de abril de 2021, el Secretario General de la ONU Sr. Antonio Guterres, desde su despacho, comunicó y condenó los horrores de las violaciones sexuales que se estaban cometiendo en Tigray. Según él, algo inaudito dada su crueldad. Ahí debió de quedar su compromiso con su dolor humano ante las atrocidades que se estaban cometiendo a mujeres, así como su responsabilidad social, política u otra al respecto. Su comunicado debe de seguir archivado, o acabó en una de las papeleras de sus despachos.

El mismo Secretario General, a principios del pasado año, visitó al Primer Ministro (PM) etíope en Addis Abeba, y una vez acabada la visita, manifestó su satisfacción ante la acogida que recibió y su confianza en la buena voluntad del PM en su obligación de defender la paz y la justicia en Tigray. ¿Solicitó permiso del PM para visitar Tigray? Posiblemente asegurado por la buena acogida, ni siquiera considerara la necesidad del viaje. ¿Le comentaría su repulsa ante tanta crueldad en los abusos sexuales que no hicieron más que aumentar desde su primer comunicado?

Del Departamento de Estado de EE. UU se han ido sucediendo visitas de sus altos mandatarios. Todas comenzaban y acababan en Addis Abeba, con promesas de castigos económicos si la situación en Tigray no mejoraba. Ninguno de ellos debió considerar necesario llegar a Tigray. Visitas estas complementadas por mandatarios de la Unión Africana, la UE y otras.

Para entonces noticias, videos incluidos, de lo que sucedía en Tigray eran comunes fuera de sus fronteras. ¿No hubiera sido el momento apropiado para las comisiones internacionales?

Una de las obligaciones que estas autoridades internacionales consideraban necesaria fue que las partes interesadas – el Gobierno federal y el de Tigray dialogaran – algo que salía como un estribillo –. Y aquí es donde uno se da de narices con la pared: Las autoridades tigriñas, así como la población que la apoyaba, fueron declaradas por el Parlamento etíope ser una junta terrorista. Por lo visto no hay constitución en el mundo que permita dialogar con terroristas. Detalle que debió pasar por alto a los mandatarios occidentales. En la historia etíope, desde finales de mayo de 1991 hasta el comienzo de las hostilidades, nunca se ha denunciado ningún acto terrorista en Tigray. La Constitución data del año 1993.

En el informe de la comisión mencionada, poco hay que no sea de conocimiento local. Lo que sí es nuevo en Tigray es que, sus soldados, durante su estancia en terreno amhara, hayan estado involucrados en las mismas crueldades sexuales.

Da la impresión de que los informes de ese tipo de comisiones, externas al mandato del PM etíope, por exhaustivas y profesionales que sean, no se corresponden con lo que sus generales, a quienes respeta y admira, le informan.

A este respecto, el Artículo 11-1) del acuerdo de Pretoria, prevé que se cree una Comisión Conjunta representada por el estado federal y el tigriño, un representante de la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo (IGAD), y presidida por la Unión Africana. La Comisión será asistida por un equipo de expertos africanos.

A fecha de hoy no hay constancia de su existencia al interior de Tigray.

La Comisión Internacional arriba mencionada solo ha cumplido con la primera parte de su mandato. Durante esta primera parte se han encontrado con muchas limitaciones que han condicionado su informe. No ha conseguido entrar en Tigray. No ha podido verse con la población ni con autoridades políticas ni militares. Ni con los mismos soldados.

Ha sido a través de entrevistas realizadas fuera de Etiopía, con la certeza, según los expertos, de la veracidad, honestidad de todos los entrevistados, “de quienes se habían ganado la total confianza” – me atrevería a cuestionar la veracidad de esta afirmación –.

Si en esta segunda parte de su mandado, no consiguieran entrevistar a los estamentos de la sociedad ya mencionados, el Presidente de la Comisión comunicaba que el informe no tendría validez alguna ante instituciones internacionales.

Si la autoridad internacional en Pretoria, contando con todo el apoyo de todas las instituciones internacionales, con su carga moral, política, no ha conseguido que la parte federal cumpla con un buen número los principios acordados en Pretoria, aplaudidos por todo el mundo, difícil va a ser que esta comisión de expertos, enviada por el Secretario General de la ONU consiga del Parlamento federal la libertad de movimiento y contactos necesarios para la fiabilidad que su trabajo exige. Es otra de las veces que me alegraría de equivocarme.

En la segunda parte de su trabajo, aun contando con que la libertad de movimiento y contacto sean las correctas y la comisión acepte la fiabilidad del informe, queda el uso que la ONU vaya a hacer del mismo. Hay constancia, al menos, de un informe del estilo, entregado e ignorado.

Me imagino que los políticos que han hecho de la política su modus vivendi, en sus despachos, deben tener un pequeño altar erigido para venerar a quien consiguió acuñar la SOBERANÍA NACIONAL.

 ¿Quién se atreve a ponerle el cascabel al gato?

Ángel

Para cumplimentar sobre el informe de la Comisión

El informe señaló que el gobierno etíope no ha logrado prevenir o investigar eficazmente las violaciones y, en cambio, ha iniciado un proceso de consulta sobre la justicia transicional imperfecta en el que las víctimas quedan ignoradas. A principios de este año, el gobierno federal publicó el borrador de las «Opciones políticas de Etiopía para la justicia transicional», iniciando una serie de consultas sobre un posible proceso de justicia transicional a nivel nacional. Sin embargo, la Comisión encontró que el proceso se apresuró para cumplir con un plazo arbitrario establecido por el gobierno y no involucró adecuadamente a las víctimas en muchas áreas, incluidos los refugiados etíopes que viven en países vecinos.

«La justicia transicional tiene como objetivo ayudar a los países a enfrentar las atrocidades del pasado, pero nuestro compromiso con cientos de víctimas, sus familias y representantes indica una completa falta de confianza en la capacidad o la voluntad de las instituciones estatales etíopes para llevar a cabo un proceso creíble, especialmente porque los funcionarios y entidades estatales están polarizados y carecen de independencia», dijo el comisionado Steven Ratner.

El informe de la Comisión advierte sobre la continua presencia de la mayoría de los indicadores y factores desencadenantes contenidos en el marco de análisis de las Naciones Unidas para crímenes atroces y destaca el riesgo de más atrocidades a gran escala, expresando profunda preocupación por el hecho de que muchos de los factores de riesgo característicos de futuros crímenes atroces sigan presentes en Etiopía.

Sobre el trabajo de investigación de la Comisión y su equipo, el plazo para este informe se remonta al comienzo del mandato del 3 de noviembre de 2020 y la investigación llegó a su fin formalmente alrededor del 27 de junio de este año para que luego pudieran pasar a la redacción del informe al mismo tiempo que continuaron recopilando información después de ese período. Información especialmente sobre los patrones continuos del pasado, atrocidades, pero también nueva información, por lo que hace referencia a eventos ocurridos hasta el momento en que se comenzó a redactar el informe. Por ello, es completo y con la mirada hacia atrás y hacia delante.

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