El padre Ángel Olaran felicita la Navidad con poemas del libro Diurnal
Desde Etiopía, el padre Ángel Olaran felicita la Navidad con poemas del libro Diurnal -Liturgia de las horas-. El misionero nos envía un escrito navideño con poemas para celebrar una Navidad que la vivirá en el país africano. Mantiene la esperanza de que llegue la paz y pronto se ponga fin a un conflicto armado que comenzó en noviembre de 2020 entre el gobierno central etíope y la región del Tigray, donde se encuentra la Misión de St. Mary de Wukro.
Navidad 2021 -escrito por el misionero Ángel Olaran-
Tanto María como Jesús, del pesebre a la cruz tuvieron una carrera, sino de obstáculos, sí de zancadillas, muchas veces, sin más recursos a los que agarrarse, que, a una fe ciega, oscura para ir sorteándolos. María se creó el suyo: “guardaba todo en su corazón”, aun cuando al poco de que su hijo comenzara su vida pública, sus propios parientes y vecinos lo trataran de loco y se lo querían llevar a casa. Jesús por su parte se agarró a: “He venido a hacer la voluntad de Padre”. Aun cuando al poco de su vida pública ya se juntaron instituciones locales para ver cómo acabar con su vida; por otra parte, cuando llevaba la mitad del trabajo hecho, todos le abandonaron menos los doce, quienes también le abandonarán, al ser detenido. Y para completarlo, unos minutos antes de morir, ya en la cruz, le pregunta, lo que bien pudiera parecer un reproche, a su propio Padre: “¿Por qué me has abandonado?” Menos mal, que aún pudo contar con su madre y unas pocas mujeres al pie de la cruz.
Por aquello de que, los extremos se unen, del pesebre, donde el animal reconoce a su amo, a la cruz, donde Jesús se ofrece como el Cordero que el Padre ofrece a favor de la Humanidad, este “mobiliario” representan la cuna y la cama en la que murió – sólo un poeta puede sentir esa vocación de la cruz, del madero elegido: ”Para tender en su regazo a Jesús” – como su madre lo hiciera en Belén.
Unos poemas nos acercan, en este caso, a lo más profundo de estos misterios, inalcanzable por la sola razón, incluidas posiblemente, las “toneladas” de argumentos teológicos, fuera de todo alcance de la mayoría de los de a pie.
Roger Mcgouch, poeta inglés, en uno de los últimos números de la revista TABLET, en “Las cosas como son” (traducción personal) comentando el dolor que sentía su hijo porque: “una flor le había mordido la mano”, expone cómo él y su madre, se pusieron a decirle que una rosa no muerde . . . añadiendo que situaciones del estilo se dan en las escuelas cuando niños que comentan que han visto al sol hablar con la luna y cosas del estilo. . . ahí es donde el maestro se ve obligado a orientar esas mentes soñadoras, reprimiendo este instinto poético por el de la información, enseñándoles “las cosas como son”. Cita a Aldous Huxley: “Todos los niños son poetas antes de que lleguen a la escuela”. Según el mismo Roger, la poesía nos permite salir de nuestro limitado mundo a uno de posibilidades sin límite; siendo nuestra llave con la que todos hemos nacido, esa imaginación extraordinaria.
El Evangelio de la infancia de Jesús
La narrativa de la infancia de Jesús está considerada como un proto evangelio: un compendio de lo que su vida y muerte van a ser.
Y dado que, posiblemente no vaya a poder comunicarme en un tiempo, incluyo la pasión de Jesús, a la que hace referencia su nacimiento, aunque no sean más que la extrema pobreza y total dependencia de otras personas en ambos casos.
Nos hacemos eco del ilimitado sentir de unos cuantos místicos arrebatados, por ese mismo arrebato que la GRANDEZA sintió por la desnudez humana en el pesebre y la cruz. (Todos los poemas están recogidos del libro DIURNAL – Liturgia de las Horas.)
Pg. 174
Mirad que aposentadores tuvo la
Divina cámara: verdín por tapicerías
Y por cortinajes zarzas.
Pobre, desnudo sin fuego, quien con fuego nos abasta,
Está aquí el niño. Un pesebre
De humildes bestias por cama.
Ved, puro Amor, que sois fuego
Y estáis sobre un haz de pajas,
La Virgen, llanto en los ojos, a incendio tal, tales aguas.
Pg. 156
Ver llorar a la alegría, ver tan pobre a la riqueza,
Y ver tan baja a la grandeza y que Dios lo quería
¡Gran merced fue en aquel día la que el hombre recibió!
¡Quién lo viera y fuera yo!
Poner paz en tanta guerra, calor donde hay frío
Ser de todos lo que es mío, `plantar el cielo en la tierra,
¡Que misión de escalofrío! ¡Quién lo hiciera y fuera yo!
Pg. 157
Hoy gran gozo en el cielo todos hacen, porque en un barrio del suelo,
Nace Dios. Más no nace solamente en Belén,
Nace donde hay un caliente corazón. ¡Qué gran gozo y alegría tengo yo!
Nace en mí nace en cualquiera, si hay amor.
Nace donde haya verdadera comprensión.
¡Qué gozo y alegría tiene Dios!
Pg.167
Hoy mueren todos los odios y nacen las ternuras
[. . .] El corazón más perdido ya sabe que alguien le busca.
El cielo ya no está solo, la tierra ya no está a oscuras.
Hermanos cantad conmigo “Gloria a Dios en las alturas”
Pg.187
Eres niño y has amor ¿qué farás cuando mayor?,
Pues en tu natividad, te quema la caridad,
En tu varonil edad ¿quién sufrirá su calor?
{. . .] Arderá tanto tu gana, que por la natura humana
Querrás pagar su manzana, con muerte de malhechor.
Eres niño y has amor, ¿que farás cuando mayor?
Pg.190
[. . .] Ya baja a ser hombre, para que subas tú,
Ya están hombre y Dios en un solo hombre.
Ya muere el recelo, y el llanto se cierra:
Dios está en la tierra, y la tierra es cielo.
Ya el hombre no tiene sueños de grandeza,
Porque el Dios que viene, viene en la pobreza.
Ya nadie se cierra en su propio miedo,
Dios está en la tierra y la tierra es cielo.
Pg.193
[. . .] Del Padre eterno nacido, nace en carne la Palabra,
Con nosotros vida y muerte y una muerte ensangrentada
[. . .] ¡Oh gracia para adorar, que nunca cupo tan alta!
Tú, para hacernos divinos, humano a nosotros bajas.
N.B.
El proyecto vislumbrado ya en el nacimiento: curar el mordisco a la manzana de Adán y Eva, relatado con la imaginería del mito, que al igual que la poesía, nos lleva allí donde de la razón, por falta de lógica, no pisa tierra. El error cometido por un hombre es corregido por otro hombre. Y así, en una persona, en Jesús, se hallan Dios y el hombre – ya la persona participa en la divinidad. Al reparar el error, lo que a la persona acontece supera con creces lo que por la manzana perdió: la tierra es cielo; unión visceral cielo-tierra. . . Dios y sus criaturas gozan de la misma alegría. Dios abierto a quien más lo necesite, sin condición alguna.
Tanto en el pesebre como en la cruz, Dios deslumbrado por la pobreza.
La narrativa de la muerte de Jesús
Pg.779
Mi Cristo tú no puedes cicatrizar la llaga del costado;
Un corazón tras ella, noches y días me estará esperando.
[. . .] Mi Cristo tú sonríes, cuando te hieren, sordas, las espinas.
Si mi cabeza hierve haz, Señor, que te mire y te sonría.
Pg. 780
Cristo herida manantial, tu muerte nos da vida,
Que es gracia de sangre nacida, en tu fuente bautismal.
Sangre y agua del abismo de un corazón en tormento,
Un Jordán de sacramento, nos baña en el bautismo.
El Padre nos da la vida, el Espíritu el amor,
Y Jesucristo el Señor, nos da la gracia perdida.
Hoy para rondar la puerta de vuestro santo costado,
Señor, un alma ha llegado, de amor de un muerto muerta.
Si decís que está velando, cuando vos estáis dormido,
¿Quién duda que estáis oyendo a quien os canta llorando?
Y aunque él se duerma, Señor, el amor vive despierto,
Que no es el amor muerto, sois vos el muerto de amor.
[. . .] Pues como abierto os he visto, a Dios quise entrar por vos;
Que nadie se atreve a ir a Dios, sin poner delante a Cristo.
Y aún éste, lleno de heridas, porque sienta el Padre eterno
Que os cuestan Cordero santo, tanta sangre nuestras vidas.
Pg.290
¿Dónde está ya el mediodía luminoso en que Gabriel,
¿Desde el marco del dintel, te saludó “Ave María”?
Virgen ya de la agonía, tu Hijo es el que cruzó ahí.
Pg.291
Oye, pastor, que por amor mueres, no te espante el rigor de mis pecados,
Pues tan amigo de rendidos eres, espera pues y escucha mis cuidados.
Pero cómo te digo que esperes, si estás, para esperar, los pies clavados.
Pg.444
¿Cómo estáis de esta suerte, decid Cordero santo,
¿Pues naciendo tan limpio, de sangre estáis manchado?
Hay de los que se visten de sedas y brocados,
Estando vos desnudo, solo de sangre armado.
Nadie tendrá disculpa diciendo que cerrado
Halló jamás en cielo, si el cielo iba buscando.
Pues vos con tantas puertas en pies mano y costado
estáis de puro abierto, casi descuartizado.
¡Ay si los clavos vuestros llegaran a mí tanto,
que clavaran al vuestro mi corazón ingrato!
¡Ay si vuestra corona, al menos por un rato,
Pasara a mi cabeza y os diera algún descanso.
Pg.471
¡Oh cruz fiel árbol, único en nobleza! Jamás bosque dio mejor tributo
En hoja, en flor, y en fruto.
[. . .} El triunfo de la sangre y del madero
Y un Redentor en trance de Cordero sacrificado en la cruz, salvó la tierra.
Dolido mi Señor por el fracaso de Adán, que mordió muerte en la manzana,
otro árbol señaló de flor humana que reparase el daño.
Y así dijo el Señor: “Vuelva la vida” y que el Amor redima la condena.
La gracia está en el fondo de la pena, y la salud naciendo de la herida.
¿Quién vio en más estrechez gloria tan plena
¿Y a Dios como el último de los humanos?
Llorando en el pesebre, pies y manos le faja una doncella nazarena.
[. . .] Mirad de par en par el paraíso abierto por la fuerza de un Cordero.
Tú solo entre los árboles, crecido para tender a Cristo en tu regazo,
Tú el arca que nos salva,
Tú el abrazo de Dios con los verdugos de su Ungido.
N.B
En estos poetas la palabra amor tiene un eco vital; suena con fuerza, es real – lo más parecido al amor de una madre ante su hija/o en estado grave: es real.
El protagonismo que tuvo Gabriel al presentarse a María con la oferta que de Dios le traía y su responsabilidad de hacerle llegar a Dios la aceptación por parte de ella, ahora el protagonista ante la cruz es Jesús, al que ella accede con todo su amor de madre.
Los poetas dan vida a la cruz: no es algo exterior que se lo cargan, es ese árbol que está aguardando el momento de acogerlo en su regazo. El fruto de ese árbol, Jesús, arrebata protagonismo al del árbol de paraíso – al de la manzana.
Exaltan la herida del costado abierto de Jesús por una lanza. Costado del que salen sangre y agua. Ahí vislumbran abismos, manantiales de agua viva; el torrente de río Jordán: la apertura hacia su corazón compasivo. Junto a las heridas de pies y manos conforman las puertas por las que llegar a Dios.
En Jesús, en su función del Cordero del sacrificio de la ofrenda al Padre, la Iglesia ve en esa sangre y agua que brotan de su costado, la fuente de los sacramentos del bautismo y la eucaristía. Complementado con “su última exhalación en la cruz, entregando su espíritu.”, con la que según el evangelio de San Juan Jesús envía su Espíritu Santo, el de Pentecostés. Al sacramento de iniciación, el bautismo, están intrínsecamente unidos el de la confirmación y eucaristía. Solo no tiene sentido. Los tres forman uno. Y surgen de la cruz. Y el plan original de Jesús, es seguir pasándonos ese manantial de vida actuando sacramentalmente presente entre nosotros, como es su tiempo lo estaba corporalmente con sus discípulos. Con su cuerpo ya glorificado, Él está fuera del correr de nuestro tiempo – el suyo es el instante eterno ¿Quién lo diría?
Como el poeta dice, en cada bautismo, el abismo del amor de Dios, la fuerza el torrente del Jordán, anegan a quien lo recibe. Nuestra miopía sigue centrada en el pecado original. En decir misa.
Oscuridad, la vasija que oculta la luz
Frases que no tienen desperdicio: “Vuelva la vida” y “el Amor redima la condena. La gracia está en el fondo de la pena. La salud naciendo de la herida.” En lo más hondo de la maldad, del dolor, del miedo, la angustia. . . al igual que en la oscuridad del alma deslumbrada por Dios, existe la misma luz.
Y ésa es la luz que deslumbra tanto a místicos y místicas que no consiguen salir de su oscuridad.
San Juan de la Cruz, al evidenciar la fe más que referirse al proceso de la forma de llegar a Dios a través de los fenómenos de la naturaleza, humanidad incluida, se refiere a la acción activa de Dios, arrebatando el alma con su presencia total, siendo la luz tanta, que ciega el alma, como la luz del sol nos ciega si la miramos de frente.
San Juan define le fe como. “la actitud del alma, cierta y oscura” Actitud: significando un regalo por el que vivimos. Cierta: como cierta es la Palabra de Dios. Y oscura: dado que, expresando esa verdad, no hay prueba alguna: de ahí su “noche oscura del alma” – cegada por tanta luz – que no por eso deja de ser una oscuridad angustiosa.
Desde otro ángulo, a lo mismo llegó Teresa de Calcuta, quien ya el año 1958 escribía: “Mi sonrisa es un gran manto que cubre una multitud de sufrimientos. Sonrío siempre. La gente cree que mi fe, esperanza y amor me llenan plenamente y que vivo en la intimidad con Dios. Si supieran. . . Solo la fe ciega me mueve, porque la verdad es que todo es tiniebla en mí. A veces la agonía y desolación son tan grandes y, al mismo tiempo, la esperanza en el Absoluto es tan profunda que la única oración que soy capaz de hacer es: ”Corazón de Jesús en ti confío, quiero saciar tu sed de almas” ´Años más tarde escribía que actuó siempre como si Dios la amara, aun cuando no sintiera su amor y dudara de su misma existencia. En compensación, trató de redoblar su amor hacia aquellos que, a sus ojos, encarnaban a Dios: los más pobres de los pobres´ Juan González Núñez “Oh Dios ¿estás ahí?” Pg. 178
Y para acabar
Alguien dijo: “El corazón tiene razones que la razón no entiende”. El amor.
(Abalado por las madres del mundo).
Si la Navidad creció con María, José y Jesús aún hoy tiene todo su valor.
Si a Jesús al pie de la cruz, le acompañaron solo unas pocas mujeres, aún hoy esa muerte sigue teniendo todo su valor. Cada vez son menos los que están a los pies de la Cruz, así como ante el pesebre, con el espíritu de aquellos primeros pastores, lo que debería abrirnos más al valor de la persona concreta, al: “ahí donde hay dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo” y no gloriarse en estadísticas de los millones que seguimos a Jesús.
Hace años que se cristianizó la fiesta pagana del Solsticio del Invierno y se celebró la Navidad, Jesús Sol de Justicia. Hoy en día el paganismo vuelve a recuperar su fiesta. Tanto las fiestas ya sociales, paganas, de la Navidad y de la Semana Santa, llenan calles, tiendas, viajes, vacaciones, encuentros, que nada tiene que ver con sus fuentes cristianas, tendrían que motivarnos a desarrollar nuestra alma poética, mística, desnudos ante este misterio que está ahí, pero que se nos escapa de las manos: DIOS.
No por eso la LUZ dejará de deslumbrar la verdad y la mentira. Estará donde la necesitemos.
Feliz Navidad, la pagana incluida, aunque tampoco tiene mucho que ver con su celebración original: recuperación de la luz.
Ángel.