Angel Olaran escribe sobre la aldea global en alerta roja

El Padre Ángel Olaran escribe sobre la aldea global en alerta roja reflexionando, según él, respecto a las dos caras del mundo. Termina comentando las últimas noticias sobre África y las vacunas del Covid.

Publicamos a continuación el texto íntegro del Padre Ángel Olaran.

La aldea global, nuestra madre tierra, la casa común… en alerta roja

Desde que las alarmas rojas -Covid 19- alumbran por doquier en Europa y en los Estados Unidos, sabemos que EL MUNDO TIEMBLA, EL MUNDO ESTÁ EN PELIGRO. Para tranquilidad de nuestra aldea global, nos tienen informados, de hasta la última persona de cuantas han sido vacunadas y si de una o dos vacunas. Eso en esos dos ejes de la Aldea Global, conocidos como OCCIDENTE. Pero lo que debería  tranquilizarnos, nos intranquiliza porque, ahora se están dando cuenta de que algunas de las farmacéuticas no son honradas ni  responsables en  guardar la palabra;  pues parece que,  a pesar de contratos firmados, sellados, cosas al parecer muy serias, se dice que si sale un mejor postor, ahí se prostituyen -con perdón a las mujeres que están forzadas a vivir de ello- y se llevan las vacunas que tenían que haber llegado a los primeros clientes, y eso por ser estos  tacaños y no pagar tanto como el último cliente. . . ¿Será por aquello de, la ley del más fuerte? Y no es eso lo peor, hilan tan fino que, el hecho que unos desaprensivos profesionales se hayan adelantado a vacunarse está creando serios conflictos nacionales. Y tan serio debe de ser que la prensa -hasta la tele- les ofrece muchas horas de cobertura, molestando a políticos, militares, jerarquías religiosas, periodistas. . . Y algunos desaprensivos de entre ellos, ni siquiera han dimitido de sus cargos.

Claro que, aquí la preclara mente de la UE, haciendo uso de su derecho a decidir teniendo en cuenta la solvencia de la contra parte, o por decisiones de más peso, debió de decidir no solo pagar los gastos de la investigación, sino también pagar por adelantado el precio de las vacunas, y posiblemente, no teniendo en cuenta aquello que Jesús: “No nos dejes caer en la tentación”, pues resbalaron, sin más. Menos mal que esto no ocurrió en la parte oscura de la Aldea, sino el vocabulario hubiera queda corto en palabras: robo, soborno, escándalo, engaño, democracia bananera, corrupción. . . Me imagino que, al interior de la UE a nadie se le preguntará nada; nadie responderá ante nadie, imposible pensar mal de nadie -a los más-: un fallo lo tiene cualquiera.

Últimamente la Presidencia de la UE ha distribuido, primero 750.000 millones y después otros 500.000 millones de euros entre los 23 países miembros de la UE. No está mal.

Angel Olaran escribe sobre la aldea global en alerta roja

La otra cara

En ese lado oscuro, como si fueran las antípodas, por lo poco que molestan, no debe de haber alarma roja alguna. Si no fuera por esos migrantes aventureros, ni sabríamos que existen.

Mirando desde el lado oscuro de la Madre Tierra, uno se percata de la falta de humor de los INSPIRADORES, LAS LUMBRERAS de la aldea: ¡Mira que enfadarse con las farmacéuticas y los que se adelantaron en la cola! Da la impresión de que les falta perspectiva, una visión de conjunto de la que, aunque no lo quieran, forman parte.

A bote pronto

En la parte oscura de la Madre Tierra, desde hace años, muchos años, diariamente mueren unas 150.000 personas, unos 20.000 niños incluidos, por falta de lo más básico -vamos a ponerlo en: un plato de alubias; así pues, al año alrededor de 55.000.000 de muertes-. Esa parte oscura de la tierra es la más rica en materias primas, productos de horticultura. . . Los ricos, la parte alumbrada de la Aldea, son tan miserables -con perdón, es que a veces es difícil controlarse- que se enriquecen de la miseria de los súper empobrecidos. Baste como ejemplo: La ONU, hace unos años, destinó 60.000.000.000 – así como está escrito -millones de dólares, para al desarrollo de esta parte oscura. De esa cantidad, hasta un 80%-90% fue empleado, mal gastado en viajes, hoteles, dietas. . . por los mismos funcionarios de la ONU, encargados de hacerla llegar a los destinatarios. Y como letra pequeña añadimos: siguiendo la política de Cuellar, Secretario General de la ONU, sus funcionarios, dada su grave responsabilidad, eran mejor pagados que los funcionarios mejor pagados en el mundo, que aquel año resultaron ser los norteamericanos.

¡Por favor!, cómo se van a molestar por ese pequeño retraso de las farmacéuticas entregando la mercancía, cuando las mismas farmacéuticas tienen ignorada la salud de la parte oscura de la aldea por no ser rentable. . . Por estas menudencias con la parte oscura, a nadie se le ha pedido cuenta alguna; ni que dimitan; ni que devuelvan nada, ni la prensa les dedica atención alguna. Y lo peor: nadie que se siente obligado a preguntarlo. Pero ahora es distinto: no se trata de ellos, se trata de los únicos que cuentan en la Aldea.

También hay que entender a las farmacéuticas: les dejan hacer lo que quieran con los que no tienen voz y ahora se les grita por una tontería de nada -me imagino que las farmacéuticas no saben dónde pisan-. Y como se menciona algo más arriba: Si eso hubiera ocurrido en la parte oscura de la Aldea, los de Occidente, los iluminados, habrían dogmatizado: extorsión, corrupción, soborno. ¡Menos mal, no ha sido allí! ¡De buena se han librado!

Del 2020 al 2029 la ONU tiene organizado un programa de 10 años para reforzar la AGRICULTURA DOMESTICA, en esa parte oscura de la Madre Tierra ¡buena voluntad no falta! Este programa está en manos de algunos de esos mismos funcionarios, además de algunos expertos y profesionales: con sus consabidas reuniones, dietas y demás derechos. Un año ha pasado ya, y allí donde la gente depende de esa agricultura familiar, aún no se ha movido ficha alguna. ¿Alguien que responda sobre su puesta en marcha? Posiblemente el problema siga estando en que nadie siente la obligación de preguntar.

Hace más de un par de décadas que se organizan programas del estilo: ECONOMIA PARA EL DESARROLLO y del estilo. . . que yo sepa, a esa parte oscura donde se me ha acogido, nada, si algo, ha llegado, ha mejorado. Ni debe de haber constancia de si alguien ha preguntado o tenido que responder.

Siguiendo con el bote pronto

Aun teniendo en cuenta estos programas de 10 años, orientados a mejorar la economía de la familia campesina, hará unos 10 años, el entonces Secretario General de la ONU pidió a los miembros de los países enriquecidos su colaboración de 50.000 millones de dólares anuales para solucionar el problema del hambre en el mundo. No pasó de ahí: los enriquecidos juraban no tener tanto dinero. Por lo visto, el Secretario General lo dio por hecho; ni se debió sorprender -no me resisto a dejar pasar de largo el gesto de la UE hacia sus acólitos: 1.250.000 millones de euros- creo que en la escuela aprendimos que un millón de millones hace un billón; ¡asusta verse delante de esas cifras! Y eso sin tener en cuenta la materia prima ni demás materiales de primera calidad que llegan a Occidente de esa parte oscurecida por la puerta de atrás y los entresijos de los infiernos fiscales. Sin ni siquiera preguntar a la Organización Mundial del Comercio por la justicia en las transacciones comerciales.

Es de admirar con qué caras tan serias se plantean este tipo de agendas cuando se reúnen los muy grandes de la UE; por otra parte, lastima la falta de seriedad -para ser correctos- de la mayoría de los políticos, periodistas, jerarquías religiosas cuando tratan estos y otros problemas de envergadura.

Dan mucha más prensa a la llegada de migrantes que a su acogida; al desprecio a los migrantes que a lo que se hace con la materia prima de sus países de origen, lo que les obliga a migrar. Defendemos el derecho a la vida que, sin tener en cuenta del derecho a la vida digna del recién nacido y su madre; condenamos el aborto, y metemos en el mismo “paquete” a las miles de mujeres mal alimentadas, sin posibilidad de ayuda médica, embarazadas, con riesgo de su propia vida y la del bebé, ambos con kilos de peso a la baja.

Cuantas madres al dar a luz apenas tienen leche en sus pechos y los primeros días alimentan a los niños solo con agua – no es un secreto que al día mueren alrededor de 20.000 niños por falta de lo más básico. En este caso no es el problema de la madre que trágicamente pueda decidir abortar, o de la que sin querer abortar, su deterioro físico decide contra lo que ella defiende con su alma; el problema está con Occidente que su economía global, engarzada en los infiernos fiscales, es causa de esas condiciones. Pero es triste que, a los de a pie, la gente buena de verdad, los que ven un niño abandono en la calle y lloran de dolor, y de corazón apoyan a familias afectadas por la pandemia, esta carga humana sobre todos nuestros hombros, la de los 20.000 niños/as, al no entrar dentro de su campo visual, es como si no existiera.

Y por otra parte, defendemos enérgicamente el valor de la vida de una persona grave por anciana que sea y hecha un “mar de lágrimas”, para quien posiblemente morir de una muerte digna, sea un descanso; pero ¿no defendemos una eutanasia no solicitada, desatendiéndonos la muerte de las 150.000 personas que mueren diariamente, por falta de lo más básico – posiblemente solucionable con un euro diario?

Me pregunto si Jesús no nos tacharía de hipócritas, cuando condenaba a los fariseos, letrados, sacerdotes de insistir en lo insignificante de la ley ignorando lo importante: “Cumplid con lo importante, sin dejar lo otro”.

Perdón por insistir: para eso de los dos “hemisferios” de la aldea global, baste como muestra la VACUNA: Sólo, una vez, como de raspadilla oí relacionarla con África.

Seguro que más de uno defenderá el que: Dios nos ha hecho distintos: Agotó la piel de su modelo original en Occidente -el resto, ahí está-. Nada que ver con NOSOTROS.

Más que nunca, nos agarramos a: “que Dios nos coja confesados” -quizá ni aun así-.

¡África y las vacunas!

Hoy, 30 de enero, ¡por fin, África y las vacunas! En las noticias de una de las cadenas de la tele española, se relacionaba a África con las vacunas, así como a algunas otras partes de la aldea oscurecida.

En un momento de la noticia, en toda la pantalla de la tele, ha salido el mapa del mundo, y en el centro, como controlándolo, África: menudo subidón. Y en el centro de África está el Congo. De un punto del Congo salían cinco líneas amarillas -muy logradas- que abarcaban todo el mundo: una hacia América, otra hacia China, otra hacia. . . y así. Y la periodista muy profesionalmente ha dicho algo como: Tenemos que tener en cuenta África, porque el coltan viene del Congo y sin el coltan no hay vacunas. Y también ha debido de decir que hay que pensar hasta en Chile, porque algún material de esos perdidos por sus montes, creo, se utiliza para algo en la vacuna. Y profundizando en el mono-tema de las teles y periódicos, ha dicho que, para que la economía del 2021, nos llegue a los 3 trillones -más algunos billones y más- una cifra que le parecía muy familiar por la soltura con la que la ha pronunciado, y que claro, para ello hacen falta muchos hombros fuertes -los de la aldea oscurecida- para tirar del carro; dejando ver que, para tenerlos sanos, los tenemos que vacunar: así de fácil VOLVEMOS A SER UNA FAMILIA.

Tampoco vamos a ser tan quisquillosos como para ponernos a criticar la motivación por la que los iluminados saben que necesitan algo de la luz que les llega de la materia prima y las personas de la parte oscurecida de la aldea: África, América del Sur, Asia. . . y que claro, no les queda más remedio que vacunarlos. Además de esa razón, está que, si alguno del Norte va al Sur y vuelve positivo, pues no hemos adelantado nada. O sea que, SALVADOS. Si Dios “escribe derecho en renglones torcidos” no serán menos los fieles servidores de la Aldea Global.

La casa de todas y todos

Sé que me he alargado, pero no es justo dejar de hacer mención a esta otra cosita en letra pequeña. Congo, nación súper rica. Muchas multinacionales están muy presentes allí tratando de llevarse la mejor parte. Miles de niños esclavos alrededor del coltan y el cobalto; allí las guerras como aquí competiciones de futbol. Hace años, que el holocausto exigido por Economía Global, pasó ya de los 6 millones de muertos, todos congoleños. Un historiador español dijo –bien dicho- que “el móvil es la caja de muertos de los congoleños”.

O sea que, gracias al corona, somos UNO – nunca mejor dicho aquello de: “No hay mal que por bien no venga”. Tristemente no se trata de humor negro.

Ángel