Josep Mª Pujol i Gorné recuerda a su hermano Àngel
La obra más perdurable de Àngel Pujol: Construir esperanzas de vida al lado del Padre Ángel Olaran.
Josep Mª Pujol i Gorné recuerda a su hermano Àngel: La noche del 14 de enero, falleció inesperadamente, de forma repentina, Àngel Pujol. Una parada cardíaca fulminante, apagó en seco un generador de energía e ilusión constantes, dejándonos a todos los que le queríamos, y a los que tuvieron la oportunidad de conocerlo, en una absoluta confusión, sin palabras. Sí, Àngel, a sus 67 años vivía, como siempre, al límite cada proyecto, cada día, cada instante, hasta el último momento. Nada nos hacía pensar que nos pudiera dejar de esta manera.
Estos días han sido muy duros, muy tristes; pero también han sido una experiencia que nos ha permitido medir el afecto y consideración hacia Àngel. Cualquier persona que lo conociera mínimamente le reconocía al momento un don especial por hacerse querer, y una vocación innata de ayudar a todo el mundo, de liderazgo. Cualidades que, en estos últimos años, había canalizado a través de su proyecto vital: El Centre d’Iniciatives Solidàries Ángel Olaran.
Hemos recibido infinidad de muestras de afecto; y aún nos siguen llegando. Desde un sencillo y sincero “lo siento”, un abrazo fraternal, flores, notas, telegramas, comentarios en las redes sociales, etc., de hombres y mujeres de todos los colores de piel, de todas las edades, de aquí Mollerussa, de Lleida, de todo el país; hasta reconocimientos de instituciones referentes de nuestra casa, el mundo del deporte y la Cooperación. Todas y cada una de ellas quedarán para siempre en nuestro corazón.
Al lado de Àngel las alegrías eran aún más grandes. Al lado de Àngel las penas se llevaban mejor. Àngel era un hombre abierto y afable, muy trabajador, entregado con pasión a su trabajo donde sabía transmitir a sus equipos de producción las pautas, la programación y la eficiencia como nadie. Siempre empezaba el primero y era el último en salir del trabajo. También era un hombre de una extraordinaria generosidad y simpatía; era el mejor amigo de cada uno de sus amigos, y le gustaba poder ayudar a las personas más próximas que lo necesitaban. En los últimos años y después de un viaje a Etiopía –donde conoció una realidad muy diferente a la nuestra- decidió dedicarse en cuerpo y alma a lo que él llamaba “construir esperanzas de vida”. Y es precisamente en esta otra manera de construir, que no podemos fallar a los amigos de Wukro, ni al Padre Olaran, ni a quien fue el fundador del Centre d’Iniciatives Solidàries Ángel Olaran.
Ante esta realidad, por todo el gran trabajo realizado hasta ahora, por todo lo que está empezado y claramente definido, la Fundación –pilotada por un Patronato con un ideario de gran nivel moral y humano que defienden personas de gran valor, unos equipos de profesionales competentes y un voluntariado entregado- quiere que nada se deje sin terminar, aunque su puntal más fuerte haya sido llamado a remover el Cielo.
La semana pasada, el Patronato me propuso relevar a mi hermano como presidente del Centre d’Iniciatives Solidàries Ángel Olaran. Responsabilidad que para mí ha sido todo un honor de recibir y aceptar.
Conseguir todo lo que Àngel definió con el Patronato, no es tarea fácil, pero procuraremos hacerlo posible. Hará falta, no obstante, sumar a todo lo que afortunadamente ya tenemos, la implicación sólida y decidida de todos aquellos que, especialmente en estos días, nos habéis ofrecido vuestro apoyo, ya que sin vuestra colaboración nos sería muy difícil cumplir los objetivos esperados. Os necesitamos y confiamos mucho en vosotros.
Así pues, con el corazón en el puño i como el mejor de los homenajes que podría recibir mi querido hermano, os invito a todos y a todas que nos acompañéis en esta nueva etapa, porque todo lo que se ha creado con tanta ilusión no se pierda, continúe adelante y dé su fruto.
Os lo agradezco de antemano. Hoy, Àngel hubiera cumplido 68 años.
Josep Mª Pujol i Gorné
Àngel Pujol y Josep Mª Pujol
SEGRE (4-02-2015) (en catalán)
TERRITORIS.CAT (en catalán)
La nit del 14 de gener, ens deixava inesperadament, de sobte, l’Àngel Pujol. Una aturada cardíaca fulminant, apagava en sec un generador d’energia i il·lusió constants, deixant-nos a tots els que l’estimàvem, i als que han tingut l’oportunitat de conèixer-lo, en una absoluta confusió, sense paraules. Sí, l’Àngel, als seus 67 anys vivia, com sempre, al límit cada projecte, cada dia, cada instant, fins al darrer moment. Res ens havia fet pensar que pogués marxar d’aquesta manera.
Aquests dies han estat molts durs, molts tristos; però també… continuar llegint aquí
