Ángel Olaran: «Moral alta… contra toda esperanza»
Ángel Olaran: “Moral alta… contra toda esperanza”, mientras se alegra del restablecimiento de los servicios eléctricos, la llegada de ayudas no esperadas, pero continúa lamentando de que el concepto urgencia no se aplique como debería tras seis semanas del acuerdo de paz.
Escrito por Ángel Olaran: «Moral alta… contra toda esperanza»
Han pasado 6 semanas de la reunión de África del Sur. Al final de esta se preveía que las decisiones se iban a seguir unas a otras: con urgencia. Por lo que vemos quedó por definir el concepto urgencia.
Hasta el día de hoy, 18 de diciembre, lo único que ha llegado a la población tigriña es el servicio diario de la electricidad – de 100. Seguimos estando conectados a Addis Abeba. Ahora nos damos cuenta lo que nos suponían los largos cortes diarios, de hasta las 10 pm para volver a cortarla a las 6 de la mañana; cortes de hasta dos semanas seguidas. A penas tenemos que hacer uso de velas y linternas. Tenemos la sensación de que podemos andar con la cabeza alta.
Otras ayudas humanitarias
Ayudas no anunciadas ni prometidas, pero con el sello de seriedad, independiente todo compromiso político, nos siguen llegando. No así como la AYUDA HUMANITARIA MADRE exigida por la ONU, la Unión Africana. . . aplaudida por la UE: la declarada “URGENTE” el pasado 2 de noviembre en África del Sur.
Respecto a la URGENTE AYUDA HUMANITARIA, me atrevo a deducir que esas comisiones oficiales que se reúnen a menudo deben de estar decidiendo sobre lo urgente que tiene que ser esa URGENCIA, para lo que se están tomando el tiempo necesario – la gravedad del caso lo exige –.
En la publicación anterior os comunicaba la llegada y distribución de los 20.000 kilos de harina – de lo que a continuación incluimos algunas fotos –, a la vez que añadía que quedaban productos por llegar. Estos días nos han llegado 800 litros de aceite de girasol, de los que la mitad han sido ya distribuidos. Una prueba de que también ha llegado a nuestra casa es que las ensaladas tienen aceite y no necesitamos hacer platos conminados a base de lechuga– ¡se nota la diferencia! Anterior a esto, un exalumno nuestro nos regaló 5 litros para la comunidad más 30 kg de pasta. La pasta la llevaremos al comedor de ancianos del WSDP (Wukro Social Development Program, oficina de servicios sociales).
Cinco litros del aceite han sido donados a una cooperativa de 14 jóvenes madres desplazadas al interior de Tigray. La semana pasada se les dio 50 kg de harina y dinero para comprar carbón, levadura y cerillas. Esta mañana han hecho la primera fritura de donus, a la que he estado presente y he tenido el honor de comer el primero en salir del fuego de carbón – doy fe de su calidad. Los van a producir según órdenes recibidas. Cada donus cuesta 10 birrs – con un euro se pueden comprar 5 y medio – son de los que llenan. También tienen otros trabajos en mente. Es un grupo que se les viene ayudando desde su llegada, ya que solo venían con lo puesto, incluido algún embarazo. Varios de sus maridos están en el frente, donde el de una de ellas ha muerto.
La desigualdad de los animales en su granja
El exalumno del regalo del aceite y la pasta de macarrones estuvo acogido en nuestro programa de huérfanos, para ello antes lo estuvo en el programa de SOS, también de acogida a huérfanos, en Makelle. Después de graduarse estuvo trabajando con nosotros en el programa de desarrollo rural durante 10 años. Los de SOS Makelle conocían su valía y lo emplearon para abrir una oficina en Adwa. Desde hace un par de años es el segundo de SOS para todo el Tigray. Respecto al presupuesto de SOS Tigray, me decía que no tienen problema alguno, dado el número de familias europeas y otras muy pudientes que los apoyan. Pero a su vez me comentaba que, la orientación que se envía estos días a ese tipo de familias es que, para toda Europa, Ucrania es la prioridad. Así de claro y alto.
Uno se pregunta qué dirían de sus homólogos europeos, los Padres de la Carta de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, declarada el año 1948, toda ella basada en el principio de que todos los hombres, todas las personas son iguales, sin segundo pensamiento alguno. Carta aprobada por la casi totalidad de las naciones el mundo.
En ese cuento sencillo, ameno de George Orwel “La Granja de los Animales”, sobre la revolución de los animales contra el hombre, todo comienza con una Carta de 7 leyes exponiendo los derechos y obligaciones de los animales. Hasta los analfabetos, con un mínimo de ayuda, podían entenderlo. La ley que daba sentido a todas la demás era: “TODOS LOS ANIMALES SON IGUALES”. Con el paso del tiempo y las leyes del mercado – que no necesidades – y cosas del estilo, sin que la mano de obra que surtía el mercado pudiera enterarse, las leyes fueron cambiando de sentido, de valor al igual que de texto. A esa ley mágica de la igualdad, se le añadió una coletilla, abierta con un, PERO, y seguida de 7 palabras, que también la convierten en una fórmula mágica: UNOS ANIMALES SON MÁS IGUALES QUE OTROS”, la que abolió todas las demás leyes. Da la impresión de que, a la Carta de las Naciones Unidas, estos últimos años se le han ido añadiendo todo tipo de fórmulas de este tipo, que los de a pie no sabemos el valor que estos días tiene la palabra: IGUALES, referida a: TODOS LOS HOMBRES: Frases como SOBERANÍA NACIONAL; SOBERANÍA ALIMENTARIA, CONSEJO DE SEGURIDAD DE LA ONU, BANCO MUNDIAL. . .afectando por igual a palabras como DEMOCRACIA, LIBERTAD. . .
Sería irreverente, de mal gusto, añadir a la frase de la Carta de los Derechos Humanos el: PERO UNOS HOMBES SON MÁS IGUALES QUE OTROS. Con todo, visto desde el mundo empobrecido, esa fórmula, no escrita, es la que gobierna el mundo de hoy. De ahí que dada la urgencia que Europa tiene para que Ucrania sea parte de la NATO, se nos niegue hasta las migajas que caen de las mesas de los ricos – nunca mejor dicho. A pesar de todos esos abusos, el mundo empobrecido sobrevivirá, dado su empeño en seguir adelante y gracias a ayudas como las vuestras, que sí que nos siguen llegando, para apoyar a cooperativas como esta de las 14 mujeres desplazadas, y seguir alimentando a ancianos y huérfanos, así como la educación escolar de estos. Estamos preparando una lista de nuevas necesidades a raíz de la guerra, además de seguir atendiendo a las ya en mano.
Otras fotos
En unas de ellas bien se ve que una de las dos personas soy. Quizás la segunda os cree algún problemilla a más de uno. Se trata de nuestro guardián de día, Haleka. Os comenté que lo ordenaron sacerdote y ahora es Abo Keshi, con el distintivo turbante. Sigue en su puesto de trabajo.
Yo estoy de estreno de pantalón que me ha regalado esta mañana nuestra joven “ama de llaves”. Después de la foto me ha pedido que los cambie y me ponga los de diario, a pesar de que sea domingo, hasta que tengamos que ir a Makelle. Igual que la madre cuando éramos niños – tenía guardados los pantalones más presentables para cuando tuviéramos que ir a San Sebastián. Otro distintivo del viaje a San Sebastián era que debíamos tener las rodillas limpias, ya que, junto a la cara y las manos, era lo único del cuerpo que se nos veía. Para Begoña y para mí lo extraordinario del viaje, además de la ropa de los domingos, era que al final de este entrábamos en una pastelería con opción a elegir dos pasteles, que siempre resultaban ser los más grandes. No sé cómo se las arreglaba Begoña, pero siempre acababa con: ahora por mi cuenta. Y ahí me quedaba arrinconado, mirando a la calle.
Y por hoy, hasta aquí. Alguien se va a Makelle y se llevará esta carta. Espero que mañana pueda aprovechar otra ocasión similar.
Un fuerte abrazo.
Ángel